domingo, 10 de febrero de 2019

ANÁLISIS DE VAMPYR PARA GAMERSHUB

Vampyr es un novedoso y original título que ha irrumpido con fuerza en el mercado, aunque quizá, en mi opinión, esté destinado a ser un juego de nicho, al par que resulta autoevidente que este título no es un AAA y que no goza de los mismos medios publicitarios que otros grandes títulos del mercado.
Este juego se sitúa en una atmósfera muy victoriana, aunque extremadamente decadente y tiene un cierto aire steampunk, que parece estar poniéndose de moda últimamente.
La historia da comienzo a finales de la Gran Guerra y durante la epidemia de gripe conocida como gripe española, no porque se hubiese originado en este país, necesariamente, sino porque al ser el Reino de España un país neutral durante aquel conflicto, fue la prensa española la que más informó al mundo sobre la gripe y sus terribles efectos. Y, podríamos achacar esto a una sencilla razón. Y es que, si la prensa alemana, británica, francesa o de cualquier otro país involucrado en el conflicto hubiera informado de forma exhaustiva a la población e, incluso, estas noticias hubiesen llegado a los diferentes frentes, habría resultado devastador para la moral. La Primera Guerra Mundial fue un conflicto terrible, como nunca antes se había visto. Poco tiempo después, el mundo conocería otra guerra aún más terrible y devastadora.
Vampyr da comienzo con macabras imágenes de cuerpos amontonados en una fosa común en el barro, mientras una voz en off lanza al viento unas enigmáticas y morbosamente poéticas reflexiones sobre el significado de la vida y la muerte. Es entonces cuando despierta nuestro protagonista, el Doctor Jonathan Reid, quien es una eminencia en el campo de todas las enfermedades de la sangre y que, a través de sus investigaciones y teorías, las cuales ha podido probar de la forma menos ortodoxa, en el frente francés; ha llegado a concebir un método revolucionario en lo que a transfusiones de sangre se refiere. Desorientado, confuso y presa de una terrible sed de sangre, encuentra a una mujer que parece estar buscando a alguien entre todos los muertos. Se encamina hacia donde está ella y la muerde en el cuello para, una vez recuperadas sus facultades, darse cuenta de que es su propia hermana. A partir de aquí, la existencia de Jonathan se convierte en un infierno y una constante batalla consigo mismo.
Antes de continuar, hemos de recalcar que, pese a que Vampyr tiene ese trasfondo real e histórico de finales de la guerra y la asoladora epidemia de gripe, es una historia ficticia, cuya trama sería más propia de aquella famosa historia de Frankenstein que Mary Shelley concibió junto a su marido y junto a Lord Byron, entre otras personas que allí se hallaban, durante una tormenta y a lo largo de un verano de 1816 en Ginebra. Una forma de contar la historia que, no sólo podemos enmarcar en el contexto que hemos mencionado, sino en el más puro estilo de Edgar Allan Poe, BramStoker, John W. Polidori, quien con los Shelley se hallaba en la antedicha escena; pasando, por qué no incluirlos, por Arthur ConanDoyle, Howard P. Lovecraft y otros muchos autores que concibieron grandes e inmortales obras del misterio y del terror gótico, que hemos de llamar en este caso, con la influencia y presencia, por supuesto, del Romanticismo.
Todo lo anteriormente dicho, no llegaría a captarse en el campo audiovisual, por ejemplo, con la suficiente fuerza y transgresión, por así decirlo, hasta la aparición de las excelentes producciones cinematográficas de la británica Hammer, desde la década de los años 50 del pasado siglo y que, hasta el día de hoy, no sólo marcaron las pautas a seguir en lo que al terror gótico se refiere, sino que marcaron a fuego las imágenes de sus iconos del terror en nuestras mentes, especialmente la de ese Conde Drácula imponente, de largos colmillos ensangrentados y con los ojos inyectados en sangre, inmortalizado por el actor Christopher Lee. Pese a contar con grandes clásicos del terror como el Drácula de BelaLugosi, el Frankenstein, con el inolvidable papel de la criatura encarnada por Boris Karloff o El Fantasma de la Ópera, con el papel de LonChaney, por poner tres ejemplos significativos, los tres de las décadas de 1920 y 1930; no sería hasta la fundación de la legendaria Hammer Films y la realización de La Maldición de Frankenstein, película de 1957 y Drácula de 1958, ambas dirigidas por Terence Fisher y protagonizadas por el dueto Peter Cushing y Christopher Lee (que serían los iconos protagónicos de la mayoría de films de la Hammer), no sería hasta esta época, como ya hemos dicho, cuando el terror gótico alcanzaría su máximo esplendor, en el sentido de captar en toda su plenitud la verdadera esencia de aquellas grandes obras que concibieron los autores románticos. Y todo ello de la forma más transgresora y casi lasciva, siendo estas películas un verdadero festival de sangre deliberada y exageradamente roja, violencia y erotismo implícito. Características todas ellas que, para la época eran revolucionarias y escandalosas.
La música, el suspense, la ambientación de aquellas películas, junto a esas transgresiones que hemos mencionado, lograron captar la esencia de esos clásicos y, además, supieron reflejarlo todo en la gran pantalla, transmitiendo al espectador el horror más absoluto en todos los aspectos. Algo que sólo la literatura es capaz de lograr hasta la fecha con absoluta efectividad, ya que es la imaginación del lector la que pone los límites y visualiza o vive, por mejor decir, los horrores que nos describen esas obras.
Todo lo que acabamos de exponer es este Vampyr. El juego es un RPG de acción en tercera persona en toda regla, cuya forma de combate y mecánicas nos recordarán de forma inmediata a los excelentes Bloodborne o los DarkSouls, pero sin ser tan exigentes, en lo que a habilidad y paciencia se refiere; al TheWitcher 3, en cuanto a atmósfera decadente y gótica, pero sin ser fantasía épica medieval y, hasta tiene un cierto componente de survival horror (del que tampoco carecen los otros que hemos mencionado, a mi entender). Pero lo que sí que caracteriza a este Vampyr, por encima de todo, es la toma de decisiones. Y, es que este Vampyr, parte de la premisa de un dualismo muy peculiar para con su protagonista. Por un lado, Jonathan Reid es un médico, que ha jurado consagrar su vida a mitigar y sanar las dolencias del ser humano; mientras que, por otro lado, su nueva naturaleza, o condición, como se la llama en el juego, le obliga a hacer daño a los seres que había jurado proteger, para alimentarse y poder sobrevivir. Todo ésto, genera en Jonathan y en el jugador, toda suerte de conflictos, dudas e interrogantes. Y, así, llegamos a otro componente fundamental de este título que es la investigación, la cual llevamos a cabo a través de la búsqueda de objetos y documentos y también interrogando a los diferentes NPCs, todo ello muy en la línea de las aventuras gráficas. Y es que en Vampyr, cuanto más sepamos sobre la gente que nos rodea, mejor, ya que si decidimos alimentarnos de ellos, conocer todos sus secretos nos otorgará más experiencia. Al igual que si decidimos ayudarlos a todos. Debemos conocer sus secretos y sus miedos y empatizar con nuestros pacientes para aliviar sus dolencias de forma más efectiva. Es por todo ello, que la mecánica de la investigación y los diálogos es fundamental.
En lo que se refiere a los combates, es en donde nos puede recordar a los Souls, Bloodborne o TheWitcher, especialmente a este último, precisamente porque los controles pecan de ser bastante toscos y poco manejables, cosa de la que también peca mi querido Witcher. El jugador, por muy hábil que sea, notará en ocasiones que se le escapa el control de la situación, valga la redundancia. El juego da la posibilidad de enfocar a un enemigo y centrarse en el mismo, aunque también puede combatirlos en grupo, por ejemplo, esquivando ataques, golpeando a uno y luego al otro. Uno debe de estar concentrado en cada estrategia, pues afrontar un combate contra varios enemigos o, incluso uno más poderoso que nosotros, siempre plantea un reto que puede resultar fatal.
La dificultad del juego no puede modificarse, viene por defecto tal cual es. Sin embargo, podríamos decir que, a medida que Jonathan se va volviendo más poderoso, el juego resulta más fácil. Y, esto lo puede hacer uno subiendo niveles, es decir “farmeando” con enemigos comunes o NPCs agresivos o bien alimentándose de sus “pacientes”, los cuales le otorgarán una gran cantidad de puntos de experiencia si están sanos y los tenemos “completos”, por así decirlo y, en el sentido de que hayamos averiguado toda la información disponible respecto a dichos NPCs.
Vampyr está disponible en varios idiomas, principalmente inglés, francés y alemán, pero también en español o portugués. Las voces están dobladas sólo al inglés, siendo el trabajo de los actores de doblaje excepcional y el principal sustento en lo que se refiere a la calidad de la historia y a la propia inmersión del juego.
En Vampyr también tenemos sistema de comercio y deberemos mirar muy bien en cada rincón y saquear a los enemigos, pues necesitaremos varios componentes para elaborar medicinas contra la fatiga o la anemia, por poner dos ejemplos y para mejorar las armas que nos vayamos encontrando, desde garrotes y armas blancas, hasta escopetas y diferentes armas de fuego. El componente de construcción o crafteo, como se dice ahora, es esencial para progresar en el juego.
En el apartado gráfico es en donde hace aguas esta obra. Utiliza el motor UnrealEngine y el diseño y modelado de los personajes podría parecernos desfasado. Y, es que, los personajes se ven elaborados de una forma tosca y carecen de expresividad. Algo que también hemos podido observar en juegos tales como Skyrim o Fallout 4, los cuales utilizan un motor ya bastante anticuado. En el caso de Vampyr, quizá ello se deba a la limitación del presupuesto, pues debemos recordar que no es un triple A, como decíamos al principio. Por suerte, la falta de expresividad de los personajes, se ve compensada por la excelente interpretación de los actores de doblaje. La atmósfera y ambientación del juego también compensan de sobra sus evidentes limitaciones gráficas, las cuales podemos pasar por alto, si tenemos en cuenta las muchas virtudes que tiene este título.
En cuanto al apartado sonoro, no sólo hay que destacar el magistral doblaje de los actores, sino los sonidos ambientales. Al recorrer cada escenario, se escuchan gritos, llantos y susurros; podemos escuchar las conversaciones de los personajes, a los enemigos humanos y no humanos y, entre la niebla y las sombras, podremos oir gañidos y lamentos de cosas que no podemos ni imaginar.
La banda sonora consiste en una melodía de corte clásico y muy decimonónico, con preponderancia de los instrumentos de cuerda. Una banda sonora terrorífica, nostálgica, incluso, muy en la línea de los grandes y buenos clásicos del cine de terror gótico que hemos mencionado en esta review. Y, también de los que no hemos mencionado. El tema musical me recuerda un poco al Drácula de 1979, interpretado por Frank Langella y que contaba nada menos que con Lawrence Olivier en el papel de Van Helsing. Una película correcta, pero que muestra un Drácula que más parece un James Bond o un Donjuan, en lugar del terrible monstruo que nos describió BramStoker, como una amenaza entre las sombras, sin estar presente físicamente.
En conclusión, DONTNOD ENTERTAINMENT y Focus Home Interactive nos han traido una obra de una excelente calidad narrativa. Un RPG de acción muy correcto. Quizá peca de ambicioso en lo que se refiere a sus evidentes similitudes con la saga Souls, pues en ocasiones, he llegado a pasar de largo de algunos enemigos. Tal vez una mayor dificultad o una subida de niveles de los enemigos compensada a la nuestra le hubieran venido bien a este juego. El combate es poco ágil en ocasiones y los controles toscos. Y luego están sus limitaciones gráficas, de las que ya hemos hablado.
Sin embargo, pese a los fallos que pueda tener, Vampyr es un juego muy disfrutable y sabe mantener muy bien al jugador pendiente de cuál es tal o cuál historia y cuál es su desenlace o qué relaciones guardan entre sí. Y, también, qué decisiones debemos tomar a fin de hacer el menor daño posible y poder salvar la ciudad o condenarla totalmente. Gran historia, excelente ambientación, buenísima banda sonora y excepcionales interpretaciones de los actores. A mi juicio es un juego completamente disfrutable y recomendable.

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